VENGAR LA SANGRE (The Limey, Estados Unidos-Gran Bretaña, 1999)

Dirección. Steven Soderbergh/ Guión. Lem Dobbs (Anton Lemuel Kitaj)/ Fotografía en color. Edward Lachman/ Música: Cliff Martínez/ Edición: Sara Flack/ Dirección de arte: Kathryn Peters/ Diseño de Producción. Gary Frutkoff/ Vestuario. Louise Frogley/ Producción. John Hardy, Scott Kramer/ Con: Terence Stamp (Wilson) Peter Fonda (Terry Valentine), Lesley Ann Warren (Elaine), Luis Guzmán (Eduardo Roel), Barry Newman (Jim Avery), Nicky Katt (Stacy, el asesino a sueldo) Joe Dallesandro (Tío John), Amelia Heinle (Adhara), Melissa George (Jennifer Jenny Wilson, la hija), Matthew Kimbrough (Tom Johansson), Steve Heinze (Larry, guardaespaldas de Valentine)/ Duración. 89 mins.

SINOPSIS

Wilson, es un duro ex-presidiario británico, que emprende un viaje a Los Ángeles con el fin de investigar y vengar la muerte de su hija Jennifer, quien le abandonó cuando reincidió en prisión. En apariencia, la chica habría muerto en un accidente de auto, no obstante, Wilson sospecha que fue asesinada. Al llegar a Los Ángeles, localiza a algunos amigos de su hija, como Eduardo, un hispano ex delincuente y Elaine, maestra de vocalización que trabaja para el cine, quienes le ayudan a armar el rompecabezas. El principal sospechoso es el novio de Jenny, el poderoso productor discográfico Terry Valentine, quien al parecer está metido en el tráfico de drogas y lavado de dinero en sociedad con un tal Avery. Wilson localiza un almacén que Valentine y su socio utilizan para su negocio sucio y cuestiona a los hombres allí. Wilson sobrevive a una brutal paliza y soporta las burlas para él y su hija fallecida. En minutos se recupera. Regresa al almacén y asesina a todos menos a uno de los empleados quien asustado describe brevemente al agresor. Todo ello está armado a través de los recuerdos de Wilson y de su pequeña hija, preocupada al crecer por las idas y venidas a prisión de su padre por lo que decide irse.

Wilson y Eduardo logran colarse en una fiesta celebrada en casa de Valentine. Una vez allí Wilson busca evidencia de la participación de Terry, localiza una fotografía de Jenny, pero atraen la sospecha de Avery, quien los persigue y descubre la identidad de Wilson. Avery contrata a un asesino a sueldo, Stacy, para localizar y matar a Wilson y Elaine, al tiempo que agentes corruptos de la DEA investigan a Avery y a Valentine. Avery lleva a Valentine a una casa de seguridad, pero Wilson conoce su dirección gracias a los contactos de la DEA. Se lleva a cabo ahí una masacre y Valentine logra huir a la playa pero es perseguido por Wilson. Valentine ruega por su vida y admite su participación en lo sucedido, ya que Jenny se había enterado de sus relaciones con el negocio de las drogas y amenazó con llamar a la policía y en un intento por detenerla sucedió el accidente fatal que Avery transformó en un trágico accidente de automovilístico. Wilson decide regresar a casa.

 

Soderbergh ha insertado en Vengar la sangre, imágenes de Pobre vaca (Ken Loach, 1967) para presentar el pasado del personaje que interpreta Terence Stamp, actor que encarnaba a un joven ladrón en la película de Loach.

 

El filme obtuvo cinco nominaciones en los Independent Spirit Awards, incluyendo Mejor Película, Actor y Director. Y Terence Stamp ganó el Premio a Mejor Actor en Película de Drama de los Satellite Awards.

 

El Diccionario Webster’ define «Limey» –título original del filme- como «palabra de argot para el marinero británico, así llamado debido a la obligación que tenía de ingerir jugo de lima al servir en la Marina con el fin de combatir el azote del escorbuto.» Sin embargo, en Vengar la sangre, el personaje a quien hace referencia el título, intenta defenderse de un tipo distinto de escorbuto: aquellos que asesinan a los inocentes. En el presente film, el «Inglés» (Limey) es un forastero suelto por Los Ángeles, devorado por la rabia y sediento de venganza –LaButaca.com-

 

De talento precoz similar al de Steven Spielberg, Sam Raimi, John Carpenter o los hermanos Joel y Ethan Coen, Steven Soderbergh realizó sus primeros trabajos fílmicos en Súper-8 a la edad de 13 años en su natal Baton Rouge, Georgia. A los 17 ya montaba reportajes para la NBC donde recopiló material para el programa Showtime, que le supuso un contrato con el grupo de rock Yes con quienes realizó un exitoso video musical con el que obtuvo un Grammy en 1986. De sus ahorros obtenidos dirigiendo videoclips, consegue debutar en la pantalla grande con Sexo, mentiras y video (1989). Lo demás es historia.

La Palma de Oro en Cannes y una nominación al Oscar para mejor guión cuando Soderbergh apenas contaba con 26 años, significó un revuelo en los círculos culturales y comerciales de Hollywood, con una cinta de bajísimo presupuesto, estructura sencilla y complejo subtexto que fascinó a la industria, según un relato sobre la sexualidad y la adicción a las imágenes en la era del video. Diez años después, el cineasta recuperaba el rumbo y abandonaba las pretensiones de Kafka (1992), retomando los elementos del thriller negro planteados en Un romance peligroso (1998) y conseguía en Vengar la sangre, un inquietante, atractivo y original drama sobre la obsesión de un hombre por vindicar la muerte de su hija.

 

Soderbergh es un cineasta que se encuentra a medio camino entre la experimentación independiente como lo muestra Sexo, mentiras y video, Vengar la sangre o la muy minimalista Bubble, realizada con escasos recursos, planos fijos y actores no profesionales, centrada en una cuarentona obesa que vive con su anciano padre en un pueblito del Medio Oeste estadunidense y que trabaja en una fábrica de muñecas y cuya vida da un vuelco, con la llegada de una nueva empleada: una joven madre soltera que acaba asesinada. Y el cine comercial de entretenimiento: Erin Brockovich, La gran estafa y secuelas, Magic Mike, Agentes secretos, Contagio o El desinformante. Ha propuesto a su vez, arriesgados experimentos como Traffic centrado en el universo de las drogas entre la frontera México-Estados Unidos. Asimismo, el filme dividido en dos partes, sobre la vida del líder guerrillero y revolucionario argentino-cubano, Ernesto Che Guevara: El argentino y Che. Guerrilla, The Girlfriend Experience, protagonizada por la actriz porno Sasha Grey o Vengar la sangre donde incluye en sus imágenes, escenas de otro filme para referirse al pasado del protagonista.

 

 

«Mi primera película fue Billy Budd, marinero/Fragata infernal (Peter Ustinov, 1962). Aquel personaje se presentaba como un ángel caído, un joven que llega a la Tierra con influencias angelicales fuertemente impregnadas en su ser. Más tarde, mi segunda película fue El coleccionista (William Wyler, 1965), en donde encarné al primer asesino en serie del cine, un personaje cuya conciencia estaba completamente reprimida. Con esos dos personajes, mostré el alcance de mi capacidad. A medida que los años pasaban, iba siendo contratado para encarnar cualquiera de esos dos papeles. No se presentaba a menudo la oportunidad de interpretar un rol donde esos dos extremos estuvieran a la vez en un mismo personaje; sin embargo, Wilson es uno de esos personajes.» –Terence Stamp, LaButaca,com

 

“Pensamos que sería sorprendente si lográbamos pasar directamente de planos de Terence tal y como es en la actualidad a otros en que se ve tal y como era hace 30 años». «No recuerdo que se halla hecho esto recientemente, ni quizá nunca. Estaba diciéndole a Lem Dobbs, el guionista, que me gustaría encontrar ese material, y él me envió un fax al día siguiente informándome que sabía exactamente en qué película podríamos obtenerlo» –Steven Soderbergh LaButaca.com

 

 

Vengar la sangre, parte de una premisa similar a la planteada por Paul Schrader en su excepcional ¿Dónde está mi hija? (1979); la historia de un severo calvinista que se planteaba la búsqueda de su hija perdida en el ambiente clandestino del cine porno. Terence Stamp el brillante outsider de Pobre vaca, el asesino en serie de El coleccionista y el actor drogadicto que se topa con el demonio convertido en una niña en Nunca apuestes tu cabeza con el diablo/Toby Damitt (1968) de Historias extraordinarias dirigido por Federico Fellini, encarna a un británico que tras nueve años de prisión decide ir a Los Ángeles para hacer justicia en relación al misterioso asesinato de su hija ligada a un magnate de la industria disquera.

Con un reparto extraordinario plagado de actores de culto, un estupendo guión que recupera los personajes obsesionados y traumatizados del noir contemporáneo en su faceta sicótica escrito por Lem Dobbs –seudónimo tomado del personaje de Humphrey Bogart en El tesoro de la sierra madre nada menos-, un montaje arrítmico y emocional que recuerda al Godard de Sin aliento (1959) y al Scorsese de Taxi Driver (1976) Y para más, una notable banda sonora de Cliff Martínez –músico de cabecera del cineasta- que consigue transmitir el desasosiego del protagonista, Vengar la sangre se trastoca en una historia de purgatorios y redención personal ambientada en el gran sur de la costa de California, el mismo escenario de Abuso de poder (1996) de Lee Tamahori; otro relato de violencia, obsesión y venganza extraído del mejor cine negro posmoderno.

Stamp, al igual que en Pobre vaca de Loach, cuyas imágenes sirven a Soderbergh para recuperar el pasado del protagonista, es un ser marginado; un personaje desplazado y de otra época perdido en un universo criminal que desconoce, en un país extraño, con un idioma prácticamente irreconocible. Un hombre de una rudeza enfermiza cuyos rasgos de humanidad se concentran en los retazos de vida que lleva consigo de su hija quien lo abandonó cuando reincidió en la cárcel.

Irónicamente, su objeto de venganza, Terry Valentine (Peter Fonda) es otro hombre atemporal, perdido en el mito de los años sesenta –donde Fonda hizo sus personajes más célebres- y traumatizado por la muerte de la joven. En ese sentido, el filme adquiere una dimensión diferente y anómala; tal y como si se tratase de una continuación de Pobre vaca 32 años después, o si Fonda se interpretara asimismo añorando su propia leyenda asentada en Easy Rider (1969) y en Los ángeles infernales (1966), e incluso en la misma cinta de Historias extraordinarias en la que coincide con Stamp pero en otro de los tres relatos que lo conforman, el dirigido por Roger Vadim.

Armada por constantes regresos al pasado en el que se confunden los recuerdos y los pensamientos del protagonista para dar fe de un tiempo perdido e irrecuperable Vengar la sangre evita el thriller de simple fórmula para concentrarse en una atípica historia de amor filial en la que gravita el pesimismo existencial del cine negro, sus masacres y el relato del hombre que vive en la nostalgia atrapado en un universo violento y corrupto. A su vez, el filme asimila en buena medida los conceptos base del free cinema británico bandera fílmica de Ken Loach y sus cintas antisolemnes de crítica social con personajes solidarios, empobrecidos, o delincuentes desempleados en una sociedad hostil y caótica.

 

Rafael Aviña

Centro Histórico de la Ciudad de México

10 de marzo de 2016

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