CUESTION DE TIEMPO (About Time, Gran Bretaña, 2013)

Dirección. Richard Curtis/ Guion. Richard Curtis/ Fotografía en color. John Guleserian/ Música. Nick Laird-Clowes/ Edición. Mark Day/ Dirección de arte. David Hindle y Sam Stokes/ Vestuario. Verity Hawkes/ Diseño de Producción. John Paul Kelly/ Con. Domhnall Gleeson (Tim Lake), Rachel McAdams (Mary), Bill Nighy (padre de Tim), Lindsay Duncan (madre de Tim), Lydia Wilson (Kit Kat, hermana de Tim), Richard Cordery (el tío D), Joshua McGuire (Rory), Tom Hollander (Harry), Margot Robbie (Charlotte), Will Merrick (Jay)/ Duración. 120 mins.

SINOPSIS

Luego de otra fallida fiesta de fin de año, el padre del solitario, larguirucho, tímido y pelirrojo Tim Lake, le confiesa a su hijo que puede viajar en el tiempo. Le explica, que al momento de cumplir 21 años, todos los hombres de la familia han tenido desde siempre el don de explorar el pasado inmediato. Es decir, Tim no puede cambiar la historia con mayúscula (asesinar a Hitler, acostarse con Helena de Troya, etc.). Sin embargo, sí puede variar lo que ocurre y lo que ha ocurrido en su vida. Lo único que necesita para retroceder en el tiempo de manera voluntaria, es entrar a un lugar oscuro, cerrar los ojos y proponérselo. Cuando Tim se da cuenta que no es una broma, decide que su mundo será más agradable y que conseguirá una novia. Lo curioso, es que nada de todo ello resulta tan fácil como parece. Tim se traslada desde la costa de Cornualles donde vive al lado de sus padres, su hermana Kit Kat y su callado pero generoso tío D, a Londres para trabajar en un bufete de abogados. Llega a vivir a casa de un histérico amigo de la familia, Harry, un dramaturgo divorciado y con poca suerte. En una noche de juerga al lado de un compañero del trabajo, Rory, a quien todo mundo suele darle la vuelta, conoce a la preciosa e insegura Mary. Ambos parecen gustarse, no obstante, un desafortunado viaje en el tiempo borra el momento en que ambos se conocen. Tim, hace lo necesario para reencontrarla, una y otra vez. Finalmente, gracias a una hábil utilización del traslado temporal, logra conquistarla. Tim no escatima en hacer uso de su don para conseguir la perfecta petición de mano, para salvar su boda del peor discurso por parte del padrino, o para impedir un desastre profesional en la vida de Harry. Sin embargo, conforme avanza su curiosa vida, Tim descubre que ese regalo tan especial no puede protegerle de las tristezas ni de los altibajos que afectan a la familia en su conjunto, como es el caso de la fallida y violenta relación amorosa de su hermana. Además, se da cuenta que incluso viajar en el tiempo tiene limitaciones y puede ser peligroso y trastocar de manera drástica su propia existencia. Al final, descubre que no son necesarios los artilugios de los traslados en el tiempo para disfrutar de la vida, de una existencia ordinaria que puede ser extraordinaria.

Cuestión de tiempo es la tercera película como realizador y guionista de Richard Curtis. Obtuvo el Premio del Público en el pasado Festival de Cine de San Sebastián.

 

«Estoy intentando prestar atención al mensaje de Cuestión de tiempo, que es precisamente disfrutar de tu vida. Dirigir películas no es algo muy divertido, creo que si pudiera dedicar mil días en algo, lo pasaría sin dudas con mi familia… La génesis de About Time surgió a partir de una conversación que mantuve con un amigo respecto de qué haríamos si nos dijeran que sólo nos quedaban 24 horas de vida. Ambos decidimos que desearíamos pasar un día muy normal en casa con la familia, haciendo las cosas que habitualmente hacemos…Pienso que fue una observación interesante y el paso siguiente fue cómo podría incorporar esto en una película. Debería ser sobre alguien que pudiera manipular su día final o manipular su vida de alguna manera para poder permitirle llegar a esa conclusión. Ahí fue cuando pensé acerca de viajar en el tiempo” –fragmento de entrevista con Richard Curtis-.

 

 

El realizador Richard Curtis, no sólo es sinónimo de taquilla. Se trata de toda una leyenda dentro del resurgimiento del actual cine británico y la televisión inglesa, incluso. Curtis, ha escrito y dirigido varios de los episodios de la teleserie Mr. Bean protagonizada por Rowan Atkinson y por si ello fuera poco, se trata del guionista de filmes como: Cuatro bodas y un funeral, Un lugar llamado Notting Hill y El diario de Bridget Jones, que no sólo colocaron en la cúspide al actor británico Hugh Grant como arquetipo del galán romántico posmoderno por excelencia a medio camino entre un nihilismo erótico e irónico, sino que contribuyó a lanzar el prototipo de un nuevo estilo de comedia sin desprenderse de las típicas tradiciones culturales inglesas.

Después de aquellas y de co escribir Caballo de guerra dirigida por Steven Spielberg, Curtis decidió dar el salto a la dirección con un guión suyo, rodeado no sólo de cómplices artísticos como Grant y Atkinson, sino que reunió a un impresionante reparto que incluía a personalidades como: Liam Neeson, Emma Thompson, Colin Firth, Laura Linney, Alan Rickman, la joven Keira Knightle y Billy Bob Thornton, entre muchos otros con un resultado mediano: Realmente amor (Love Actually, 2003), cuyo título partìa de una canción homónima de Los Troggs, «Love is All Around», en versión de Wet Wet Wet. Una comedia de corte coral muy lejana de aquellos espléndidos trabajos de Robert Altman por ejemplo, cineasta capaz de reunir decenas de relatos que se entrecruzaban de manera notable como serían: Nashville, El ejecutivo, Entrecruzamientos  Kansas City.

Distanciado de aquel humor agridulce extraído de la vida cotidiana visto en Cuatro bodas y un funeral o El diario de Bridget Jones, Curtis exageraba las situaciones al grado de proponer a una pareja de actores porno como una pareja sexualmente ingenua fuera del Estudio donde se filma su película, o aquella historia de amor del pequeño de once años que ha perdido recientemente a su madre, que resulta igualmente poco creíble. Más interesante resultó su segunda película: Los piratas del rock (The Boat That Rocked (Pirate Radio), 2009), ambientada durante los años sesenta en Inglaterra, y centrada en una estación de radio pirata dedicada a transmitir rock, ya que en esos años, la BBC sólo programaba dos horas de rock and roll a la semana, en una época en la que Gran Bretaña estaba inundada de lo mejor del género con audiencias que superaban los 25 millones de radioescuchas. El filme alternaba a toda una serie de curiosos personajes, entre ellos, Bill Nighy como el líder de la estación encubierta que transmitía desde un barco en el mar del Norte(de ahí el término pirata), el sarcástico Nick Frost y el recientemente desaparecido Phillip Seymour Hoffman, entre otros.

Por su parte, Cuestión de tiempo resulta no sólo una muy agradable sorpresa, sino su mejor película hasta el momento. Un relato sobre el amor verdadero y los azares del destino, a partir de un guión complejo e ingenioso y un humor típicamente inglés, con el que Curtis reflexiona sobre las ironías del amor y el matrimonio y la apuesta por el compromiso, a través de una trama con elementos fantásticos y de ciencia ficción que remiten a varios clásicos contemporáneos con el tema de los viajes en el tiempo. ¿Es posible cambiar el futuro, modificando el presente? ¿Existen los hoyos en el tiempo que conectan dimensiones paralelas? Si en Volver al futuro de Robert Zemeckis y secuelas construidas alrededor de paradojas como éstas con mundos alternos, el futuro inmediato podía arreglarse cambiando las imperfecciones del pasado, en Terminator I y II de James Cameron, el futuro no estaba prestablecido, un principio que servía para justificar la sobrevivencia futura del líder del año 2029, que nacería en 1984.

Cuestión de tiempo, a su vez, retoma algunas ideas de Peggy Sue, su pasado le espera de Francis Coppola, Timecop de Peter Hyams, Desafío al tiempo de James Hoblit, Alas de mariposa del vasco Juanma Bajo Ulloa, El efecto mariposa de Eric Bress y J. Mackye Gruber, o Preguntas frecuentes sobre los viajes en el tiempo de Garreth Carrivick, sin faltar las referencias a H.G. Wells, Ray Bradbury y Rod Serling, el creador de la notable teleserie Dimensión desconocida.

       Tim, el protagonista interpretado de manera muy agradable por Domhnall Gleeson, hijo del gran actor Brendan Gleeson (Pandillas de Nueva York, En Brujas, El guardia), con apariciones en cintas como: Temple de acero, Dredd y Harry Potter y las reliquias de la muerte en el papel de Bill Weasley –uno de los hermanos de Ron Weasley-, se sumerge en un relato tragicómico con infinidad de variantes que lo colocan en diferentes posiciones en esa suerte de tablero mental y del destino, creando nuevas situaciones o alteraciones en el tiempo, en la que caben: nuevas parejas, hijos distintos, o fracasos románticos y profesionales, gracias a las constantes vueltas de tuerca de un argumento intrigante, divertido y poco previsible.

Bill Nighy se encuentra genial en el papel del papá de Tim como lo muestran por ejemplo, las escenas del discurso de la boda, el momento en que se escucha el tema musical de Il mondo, o los encuentros entre padre e hijo jugando ping pong, que resultan entrañables. Y es que, más allá de la historia de amor con la guapa, agradable y eficaz Rachel McAdams, el peso del filme recae en la relación del papá y el hijo, incluyendo algunos flashbacks, sobre todo hacia el clímax final. Tanto Nighy como Gleeson se encuentran espléndidos y aportan buena parte del alma de un filme que oscila entre el drama sensible e inteligente y la comedia fantástica y romántica, sostenida en buena medida por el simpático hijo del gran Brendan Gleeson, cuya elección resulta refrescante en ésta que es su primera película como gran protagonista, en una cinta donde no resulta casual la referencia a Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), cuyo póster se aprecia en la recámara de Tim, otra historia acerca de los fantástico dentro de lo cotidiano y la belleza de la simpleza y los actos comunes.

La premisa de Cuestión de tiempo podría ser: aprovecha cada día como si fuera el último. Es cierto que el filme de Curtis tiende a la complacencia romántica, no obstante, el gran mérito de éste, es su capacidad para bordar entre la risa y el llanto, la comedia y el drama cotidiano. Y es que, la premisa fantástica permea sutilmente a lo largo del relato para crear dentro de los límites de la ciencia ficción una emotiva e inquietante visión de la familia como centro del universo. No en balde, al final, queda una sensación de nostalgia y felicidad. Y es que su argumento en apariencia ligero, se sumerge en varios temas importantes: el perdón, la esperanza, la felicidad.

Los viajes en el tiempo no son otra cosa que los procesos de emoción y dolor que sufrimos día a día: Los métodos terapéuticos del sicoanálisis, por ejemplo, nos hablan de la introspección: el regresar al pasado para enfrentar problemas no resueltos que suelen provocarnos dolor y tristeza. Recuperar el ayer para cambiarlo desde la perspectiva actual, nos ayuda a encontrar paz y equilibrio. Y es que más allá de cualquier género fílmico, Cuestión de tiempo es un filme sobre la importancia de ser felices, de vivir el cotidiano con alegría y valentía. Y es que, en buena medida de eso se trata la vida ¿O no?

 

RAFAEL AVIÑA

Centro Histórico de la Ciudad de México

Martes 25 de marzo 2014

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