NUESTRAS PEQUEÑAS BATALLAS (Nois Batailles, Bélgica-Francia, 2018)

Dirección. Guillaume Senez/ Guión. Guillaume Senez, Raphaelle Valbrune-Desplechin/ Fotografía en color. Elin Kirschfink/ Edición. Julie Brenta/ Dirección de arte. Jules Aubert/ Diseño de Producción. Guillaume Senez/ Vestuario. Wilmotte Audrey/ Producción. Lota Productions, Les Films Pelléas, Savage Films, Philippe Martin, David Thion, Isabelle Truc, Bert Van Langendonck/Con. Romain Duris (Olivier Vallet), Lucie Debay (Laura Vallet), Basile Grunberger (Elliot Vallet), Lena Girard Voss (Rose Vallet), Laetitia Dosch (Betty, hermana de Olivier), Laure Calamy (Claire, sindicalista), Dominique Valadie (Joelle, madre de Olivier), Sara Le Picard (Agathe), Jeupe (Jean-Luc); Cedric Viera (Paul)/ Duración. 95 mins.

SINOPSIS

Mientras que Olivier, de 39 años, entusiasta y solidario jefe de una sección laboral de una fábrica pone tanto esfuerzo como puede en su trabajo, pendiente del bienestar de sus compañeros antes que del suyo propio, a duras penas puede encontrarse con Laura, su esposa y la madre de sus dos hijos. Olivier se va muy temprano y llega muy tarde, su familia y él llevan una vida complicada, eso no implica que falte el amor. Por el contrario, es evidente que todos se quieren. No obstante, su mujer sufre; se le siente triste, cansada, distraída, incluso sufre un desmayo en la boutique de ropa donde trabaja. Una tarde, Laura no va por los niños al colegio. Olivier va por ellos, se angustia. Nadie sabe nada de ella, ni su jefa, ni un médico que la recetaba. Laura desaparece de la casa y lo deja solo para que asuma nuevas responsabilidades. Olivier, desconcertado, denuncia el hecho a la policía y más tarde recibe una postal sin dirección de parte de su esposa y tendrá que asumir su nueva realidad como padre y criar a sus hijos Elliot y Rose, de nueve y seis años, por su cuenta. El frágil equilibrio que sostiene a la familia se desquebraja al tiempo que sigue viendo por el bienestar de sus compañeros y analiza nuevas opciones de trabajo; desde la posibilidad de dirigir un sindicato laboral en Toulose o tomar la dirección de Recursos Humanos de la fábrica donde trabaj, con el apoyo de sus hijos, de su madre y de su hermana.

 

Un retrato íntimo y cuidadoso que define al realizador belga como un cineasta humanista con una gran sutileza y percepción –Guy Lodge, Variety-

 

Nuestras pequeñas batallas fué nominada al César francés a Mejor Película Extranjera y Actor. Obtuvo el premio a Mejor Director en el festival de cine de Hamburgo y de Toronto, así como los respectivos galardones de: Mejor Película Director, Actriz de reparto (Debay), Edición y Promisoria actriz infantil (Girard Voss) en los premios Magritte a lo mejor del cine belga.

 

 

Fue en 2016 cuando se estrenó 9 meses, primer largometraje de Guillaume Senez, obra multi premiada y ampliamente difundida en varios festivales del mundo. La película abordaba el tema de un embarazo adolescente no deseado desde el punto de visto del joven adolescente que fecunda a su novia. Una vez más en Nuestras pequeñas batallas, Senez toca de nuevo el tópico de la paternidad a través de una curiosa situación: la del papá responsable pero alejado de la familia debido a su enorme grado de solidaridad con sus compañeros de trabajo a quienes defiende y cobija y que de pronto se encuentra solo con sus dos hijos mientras que su mujer les abandona sin previo aviso, hasta que comprende que ella no los ha dejado sino que necesita estar sola por un tiempo.

“Me separé de la madre de mis hijos hace cinco años, un poco antes del rodaje de mi primer largo, 9 meses Me encontré solo con ellos, en custodia compartida, y debí aprender a escucharlos, mirarlos, comprenderlos. Eso fue muy difícil, y al mismo tiempo muy bonito, porque aprendí muchísimas cosas. Entonces, me preguntaba qué pasaría si la madre de mis hijos desaparecía, ¿Cómo hacer para encontrar el equilibrio entre el compromiso profesional y el compromiso familiar en ese caso?” –Entrevista a Guillaume Senez, Cineuropa-

 

Nuestras pequeñas batallas se enfoca como lo hacen en buena medida los también cineastas belgas, Jean Pierre y Luc Dardenne (Rosseta, El hijo, El niño, Dos días una noche) en el tema del capitalismo y la esclavitud del trabajo frente a la familia y al individualismo ¿Cómo hacer frente al cambio social que tiene un gran impacto sobre la vida familiar? Y las repercusiones que el trabajo puede tener sobre un matrimonio y sus hijos cuando ese equilibrio se rompe. Para Oliver importa más la calidad que la cantidad del tiempo que pasa con sus hijos y al mismo tiempo su obsesión por ayudar a sus compañeros. Lo curioso es que Olivier no consigue ayudar a las personas que estima, como su compañero Jean Luc que opta por el suicidio. Tampoco puede ayudar a Laura, su mujer, quien termina huyendo. Con sus hijos sucede algo similar: él aprende poco a poco a comunicarse con ellos y a convertirse en padre, incluso arriesgando de manera terrible, cuando los niños deciden buscar solos a su madre. Por supuesto como humano también falla, de ahí la aventura pasajera con su bella compañera sindicalista Claire y a su vez aprende de su propia hermana menor, la agradable y desparpajada Betty.

 

“Al principio, el mundo sindical estaba más presente, pero a medida que escribíamos nos centramos en la familia. Ahí es donde están las batallas. Quería mostrar el mundo del trabajo de hoy en día, la transformación de la sociedad.

Esta fábrica gigante ofrecía una puesta en perspectiva muy visual de la situación de Olivier. Su sitio en el mundo del trabajo alimenta al personaje implícitamente. Es importante saber en qué mundo viven los personajes…El desafío era hacer que siguiera existiendo el personaje de Laura después de su desaparición. No hacía falta condenar a este personaje, ¡pero una madre que abandona a sus hijos es tabú! Mientras que cuando es un padre quien abandona a su mujer y a sus hijos, nadie está arriba o abajo. Aquí, Olivier nunca la juzga y sigue la queriendo, al igual que los personajes que lo rodean y lo apoyan” –Entrevista a Guillaume Senez, Cineuropa-

No sólo ello, los obreros de la fábrica, sus compañeros se encuentran día a día entre la espada y la pared; la incertidumbre de ser despedidos por llegar tarde, por faltar, por un embarazo, etc., en un sitio inclemente donde se deja de lado a los más débiles, o viejos y se prefiere a aquellos jóvenes sin compromisos, ni ataduras político-sociales; el sindicalismo no es muy bien visto, por ejemplo. Lo interesante de Nuestras pequeñas batallas es la manera en que el protagonista reacciona sin echarse la culpa o a los demás, sino que tata de ponerse en los zapatos de aquellos que lo rodean: su mujer, sus hijos, su madre, su hermana, incluso de su padre ya fallecido, sus compañeros de trabajo, hasta que entiende que la lucha por los demás es lo esencial –la escena de la votación y el ejemplo de la democracia-, así como el amor por su mujer y sus niños.

“No sólo ello, como aclara en el portal Cineuropa Aurora Engelen: “Uno de los éxitos de Nos batailles es también el enfoque de la ausencia, ¿cómo hablar de una huida sin condenar a la desertora?, ¿cómo podemos imaginarnos la angustia de esta madre negligente sin explicarla explícitamente? Guillaume Senez lo consigue principalmente rodeando a su héroe de personajes femeninos fuertes, que tienen un discurso y una mirada franca y amable sobre la elección de Laura. Sin conocer las motivaciones, nadie duda de la verdad de su gesto. Allí donde ella esté, sufre, por supuesto. Hay que dar tiempo a la recuperación y encontrar en el camino un nuevo equilibrio”. De ahí la aparición de personajes femeninos propositivos que rodean al protagonista, un espléndido Romain Duris.

 

“Yo trabajo sin diálogo…busco esta espontaneidad. Trabajamos mucho sobre los personajes, su evolución. Muestro películas, artículos a los actores. A menudo, las tres o cuatro primeras tomas hacen que las cosas sucedan. Poco a poco, llegamos al diálogo. Son los actores quienes escriben su texto empatizando con sus personajes…” –Entrevista a Guillaume Senez, Cineuropa-

 

Rafael Aviña

Centro Histórico de la Ciudad de México

29 de septiembre de 2020

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