EL ACUSADO/ LA ACUSACIÓN 

(Les choses humaines, Francia, 2021) 

ElAcusado1

Dirección. Yvan Attal/ Guión. Yvan Attal, Yäel Langmann, inspirados en la novela de Karine Tuil / Fotografía en color. Rémy Chevrin/ Edición. Albertine Lastera/ Música. Matthieu Lamboley/ Dirección de arte. Samuel Deshors/ Diseño de Producción. Samuel Deshors/ Vestuario. Catherine Bourgeois/ Producción. Curiosa Films, Films Sous Influence, France 2 Cinema, Gaumont, Yvan Attal, Olivier Delbosc/ Con. Ben Attal (Alexandre Farel), Suzanne Jouannet (Mila Wizman) Charlotte Gainbourg (Claire Farel), Mathieu Kassovitz (Profesor Adan Wizman), Pierre Arditi (Jean Farel), Audrey Dana (Válerie, la madre de Mila), Benjamin Larvernhe (el abogado de Alexandre), Judith Chemla (la abogada de Mila), Réjane Kerdaffrec (Anne Collet, la presidenta del jurado), Gérard Watkins (El abogado general), Laetitia Colombiani (la sicóloga),  Duración. 138 mins.

 

SINOPSIS

Un joven es acusado de haber violado a una chica ¿Quién es él y quién es ella? ¿Es él culpable o es inocente? ¿Es ella una víctima o simplemente busca venganza como afirma el acusado? Los dos jóvenes protagonistas junto a sus familiares y amigos serán testigos de cómo sus vidas, convicciones y certezas se rompen en pedazos pero… ¿hay una única verdad…?

       Los Farel son una pareja poderosa: Jean es un destacado comunicador francés de la prensa y la televisión y su ex esposa Claire, con quien lleva una buena relación, es una afamada ensayista conocida por su feminismo radical. Juntos tienen un hijo ejemplar, Alexandre, que estudia en una prestigiosa universidad estadunidense. Durante una breve visita a París, Alexandre conoce a Mila, la hija de la nueva pareja de su madre, el profesor judío Adan Wizman y la invita a una fiesta. Al día siguiente, Mila presenta una denuncia contra Alexandre por violación, cuya detención destruye la armonía familiar y echa a andar una compleja y enredada máquina judicial mediática que confronta las versiones opuestas…

 

Adaptación del libro homónimo de Karine Tuil editado en 2019, año en que obtuvo los galardones: Interallié y el Prix Goncourt des Lycéens, cuya trama se inspira en el caso de violación ocurrido en la Universidad de Stanford, California en 2015. Brock Turner, un ex nadador universitario de 21 años, fue condenado a 6 meses de prisión por abusar sexualmente de una joven inconsciente.

Premio a la Mejor Dirección y Guión adaptado en el Festival Saint Jordi de Barcelona. Nominada al Premio César a lo mejor del cine francés por guion adaptado. Premio Especial del Jurado y Mejor Dirección en el FEST International Film Festival de Belgrado.

 

 

“La novela se acababa de publicar. Me interesaba la autora, a quien ya había leído, y también el tema: un joven acusado de violación el día después de una fiesta. El relato me estremeció. Lo sentía por el acusado -en quien podía ver a mi hijo-, lo sentía por la víctima -en quien podía ver a mi hija-, me identifiqué completamente con los padres de los dos jóvenes implicados en el suceso. Modifiqué la estructura de la historia -primero «él», luego «ella» y por último el juicio- para que el espectador tuviera tiempo de conectar con ellos. Quería saber de dónde venían, quiénes eran, cómo había percibido cada uno la velada que precedió al drama, por qué para ella se trataba de una violación y por qué para él había sido consentido. El tema era contemporáneo, los personajes complejos. Y por primera vez, este libro me daba la oportunidad de alejarme de la comedia, de encontrarme con un género cinematográfico que me inspiraba a hacer cine con elementos que nunca había tenido la ocasión de grabar: una comisaría de policía, un Palacio de Justicia, el registro de un domicilio, etc…” –Entrevista a Yvan Attal, lahiguera.com-

 

 

Actor de filmes franceses como: Retratos chinos, Mis amigos, Mi mujer es una actriz, La serpiente, Partir o Mi niña, así como de algunas cintas hollywoodenses: La intérprete, Munich, Una pareja explosiva 3, o Vigilando a Jean Seberg, Yvan Attal oriundo de Israel afincado desde muy joven en Francia ha combinado la actuación con la realización y la hechura de guiones para sus propias películas, comedias agridulces en las que por regla general habla de la vida en pareja y del milagro que supone estar tanto tiempo juntos, como de los accidentes que podrían haber sucedido y el riesgo del desgaste. Así lo muestran: Mi mujer es una actriz, Y vivieron felices para siempre, uno de los segmentos de Nueva York te amo, No molestar, Los judíos, El brío y sobre todo la extraordinaria: Mi perro tonto, su anterior trabajo, en la que toca además los tópicos de la autoridad paterna, el fracaso personal y los lazos familiares de ese protagonista cincuentón que vive a orillas del mar con su mujer y sus cuatro hijos, que lo sacan de quicio y ese gigantesco perro que se excita a la primera de cambio, que transforma en un relato que resulta a la vez: divertido, irónico, conmovedor y esperanzador.

       A diferencia de Mi perro tonto, El acusado/La acusación, su primer drama serio, es un relato sombrío e inquietante que intenta mantener un equilibrio imparcial sobre tan polémico, espinoso y actual tópico: el acoso y el abuso sexual y las acusaciones falsas o verdaderas sobre tal hecho a partir de un drama que se mueve entre el thriller, el cine de juzgados y la trama intimista e introspectiva. Por supuesto, siendo una película; es decir, una trama de ficción, cada espectador tendrá su propio y subjetivo juicio a partir de los hechos presentados.

        El filme abre con Alexandre Farel (Ben Attal, el propio hijo del realizador), estudiante de la Universidad de Stanford de 22 años, que regresa al hogar de su padre en París para una breve visita en la que se encontrará con un grupo de excompañeros de la prepa. Y de paso convivir con sus padres, recién separados, Jean (Arditi, el legendario protagonista de los filmes de Alain Resnais en los ochenta y noventa) y Claire (Gainsbourg, esposa del director y madre de Ben Attal). Él es un sesentón célebre comunicador y seductor empedernido que aspira a obtener la importante presea de La Legión de honor, que iniciará en breve una nueva relación con su joven asistente, que incluso, se embaraza de él. Claire, la madre, en cambio, es una controvertida escritora, férrea activista feminista que vive con Adan, su nueva pareja, un discreto e inteligente profesor de origen judío, padre de Mila, una jovencita más bien reprimida por los lastres morales religiosos heredados de su madre Válerie.

        Claire invita a su hijo a cenar con Adan y la hija de éste al departamento donde ahora vive. Alexandre se despide y entes de irse a la fiesta invita a Mila de 17 años. Hasta ahí todo parece normal y feliz, hasta que al día siguiente, Alexandre es detenido por la policía, acusado de violar a la chica. Éste confirma que tuvieron intimidad consensuada, más no abusó de ella. Por supuesto, la relación entre Claire y Adan se desquebraja, la madre defiende al hijo y el padre de Mila a su hija y la posición de Jean Farel se complica al tiempo que consigue a un importante abogado, pero Alexandre decide quedarse con su sensible y objetivo abogado de oficio.

         La tercera parte de El acusado/ La acusación, propone el teatro mediático que se juega en la sala de juzgados donde la objetividad y los razonamientos se exponen con frialdad. Ello, al tiempo que breves escenas remiten a los hechos dramáticos de aquella noche fatídica en la que nunca se aclara quien dice la verdad o quién miente o si ambos tienen una parte de verdad en los hechos. Así, jueces, sicólogos y más, se convierten en cómplices y/o en victimarios y de ellos dependerá quién miente y quien no, en el epicentro de ambigüedad de una historia de dos jóvenes cuyas circunstancias los hacen caer en una situación de pesadilla.

 

«Esta historia es fuerte, me conmueve, así que voy a contarla». En esta época de denuncia, es evidente que la película tiene un valor político y social. Es un tema que es importante abordar, pero sin maniqueísmos. Además, la película está inspirada en una novela escrita por una mujer, y vivo rodeado de mujeres: mi madre, mi suegra, Charlotte, mis dos hijas. No puedo evitar ser feminista, y más aún cuando me siento mejor con las mujeres que con los hombres. Dicho esto, era consciente de que estaba rodando una película que puede crear divisiones. Hay algunas que reconcilian, otras que suscitan el debate. Sin embargo, por definición, el debate es la contradicción…” –Entrevista a Yvan Attal, lahiguera.com-

 

RAFAEL AVIÑA

Centro Histórico de la Ciudad de México

22 de febrero 2023

Deja un comentario